jueves, 28 de junio de 2007

Vientos De Mortalidad...

Primero que nada quisiera agradecerle a todos aquellos que comentaron la entrada anterior. Yo se que se debió más que nada a que les mande el mail avisándoles y muchos se sintieron inspirados para comentar, creo que no es casualidad que aquellos que comentaron sean con los que me siento mas cerca afectiva o filosóficamente.
Una vez acalarado eso, paso al tema que me ocupa hoy. Como algunos de ustedes sabrán, y para los que no lo saben les cuento, desde el domingo 24 hasta el miercoles 26 estuve atacado de una gastroenteritis viral aguda. Esto, que podría ser visto como una cuestion sumamente mundana, "de todos los días", canalizó un montón de pensamientos que habia estado teniendo acerca de la mortalidad en general y la mia en particular. Puede parecer exagerado, pero hubo varios momentos de esos días, particularmente el lunes a la madrugada, cuando llegué a plantearme la posibilidad de una muerte inminente.
Viendolo en retrospectiva, me doy cuenta que exageré como de costumbre, pero encadenado con los pensamientos que tenia en la cabeza engendraron un hijo bastante extraño: la conciencia de la mortalidad plena.
Es cierto que, psicologicamente, habia llegado a la conciencia de la mortalidad hace muchos años. He sufrido la perdidad de familiares y amigos de forma bastante regular, pero creo que nunca habia llegado a aceptarla como propia, como mia. Esta aceptación me llegó entre temblores y vomitos. No es una manera agradable de enfrentar la idea de la muerte.
Lo más importante de esta experiencia, sin duda, es que me di cuenta de la mentira que yo mismo me habia creado sobre el momento de mi muerte. Esa aceptación estoica y, casi diriamos, heróica no existió. Cuando me di cuenta de que los vientos de la mortalidad soplaban por debajo de mi puerta, me asusté y, como hacemos todos los seres humanos en nuestros momentos de mayor debilidad, me abraze a mi madre y llore como una magdalena. Dificilmente la imagen que tenía en mente. Afortunadamente no morí asi que tendré en algún momento una oportunidad de enfrentarme a la muerte de una manera un poco más artística y no tan humana.
Otra cosa que me di cuenta es que ea frase de "vive el ahora porque mañana no se sabe que puede pasar" es basura. Si, es cierto, vivamos el presente que es el unico tiempo que tenemos y encima lo vivimos de prestado, pero seamos concientes que, enfrentados a la muerte, todo lo que hicimos o no, va a pasar factura de la peor manera. A menos claro que uno quiera el lujo de los próceres de morir tranquilamente mientras duerme a una edad avanzada. Cosa que también es bastante rara de por si.
Aquellos que creen en el cielo tienen la tranquilidad de afrontar la muerte como un paso más y los envidio, a los que creen en la reencarnación les resulta tal vez más facil porque saben que van a volver en la secuela y a ellos los envidio aún más.


"...Did You Wear A Black Arm Band When They Shot The Man Who Said: 'Peace Could Last For Ever'?"


5 comentarios:

Anónimo dijo...

"desde el domingo 24 hasta el miercoles 26"???? (WTF!!! siq eu te tenia hecho mierda la viana esa que te agarro...)

En fin la frase "vive a tope muere joven y deja un bonito cadaver" siempre me aprecio una cagada y una mentirota...see ya man!

LFM WOW WOW WOW need to play NOOOOW!

Fenris dijo...

Después de leer tu post recordé que dos veces en mi vida sentí la inminencia de la muerte, y reaccioné del mismo modo.
Mis mecanismos de autodefensa son tan fuertes que en rigor me acuerdo de una sola, aunque sepa que fueron dos. En fin...

Tan fácil aceptar con nuestro pensamiento lógico occidental que "Los hombres mueren, yo soy un hombre, yo moriré", tan difícil explicar ese sonido de vibrante malestar en que se disuelve el mundo, esa respiración pesada y entrecortada, esos pensamientos caóticos, oxidados... tan difícil entender la muerte hasta que uno la siente cerca del cuerpo.
Lo verdaderamente cruel es darnos cuenta de nuestra absoluta irrelevancia en el enorme trazado del universo. Esa personalidad barata que tenemos todos los días se esfuma como la ilusión que es cuando el peligro es demasiado grande.
Volvemos a ser niños y animales. Tenemos miedo e instinto y poco más.

En fin amigo perro, cuando quiera nos juntamos y hablamos de formas artísticas de morir. O de Janis y Morrison, que viene a ser lo mismo.
Un abrazo

runnerfrog dijo...

El blog encara el tópico de la soledad existencial y el sentido trágico de la vida? Valores artísticos ligados a la muerte? Pregunto, la literatura, donde está con su valor para representar el peso de la temática. Seré sólo yo que creo que sin el arte en expresión pura, toda forma de encarar la soledad existencial y el sentido trágico de la vida es otro hueco bien vacío. Sólo una opinión más, sin mayor valor que la del dueño del blog, obviamente.

Anónimo dijo...

La muerte es una transcición, es decir, el traspaso de un estado a otro. En este caso, estar vivo a estar muerto.
La muerte, según la concepción que tengo, es aquél momento donde nos despedimos y seguramente vamos a dejar de percibir el mundo que todos conocemos y al que podemos ver, tocar, oler. En ese mundo tenemos muchos seres, que, oh casualidad, nos acordamos de ellos solo cuando estamos hasta las manos. Esto, para mí, no debería ser así, por eso, he decidido pensar de que la muerte puede llegar en cualquier momento y he decidido también hacer todo lo que pueda para realizar muchos anhelos y actividades, disfrutándo de ellas y siendo feliz.
La vida es para disfrutarla sanamente con mucha felicidad. Es muy importante tomar consciencia de que cada momento que estamos tristes, cada momento de amargura, son momentos que perdemos de disfrutar de sana felicidad y regocijo.
Hay que aprovechar la vida para decir lo que tenemos que decir a los seres queridos, en donde debemos hacer lo que esté a nuestro alcance por ellos y es el momento debemos aprender todo lo que podamos.

Saludos muchos y a todos.

SymphonyOfDeeps dijo...

Según recuerd amigo perro... solamente me acuerdo de una vez que se puede decir que estuve muerto, y fue a causa de una infección en las vías respiratorias. Y lo que recuerdo de ese momento, no era desesperación y desasosiego; sino, solamente que me alejaba en lo oscuro. No lo sentí como algo desagradable. Pero sí como algo malo, porque desde ahí fue que mi temor, no fue hacia mi muerte, sino a ser el último vivo en la tierra de mis conocidos...